FRANCIA 🇫🇷
Francia siempre nos sorprende, y cada vez que la visitamos sentimos que hay algo nuevo por descubrir. Desde los paisajes del norte hasta las playas del sur, pasando por pueblos pintorescos y ciudades llenas de historia, este país ofrece un abanico enorme de experiencias. Nos encanta perdernos por calles empedradas, probar los quesos y vinos locales, y disfrutar de la arquitectura que parece sacada de un cuento.
Cada región tiene su propia personalidad: unos rincones nos transmiten calma y naturaleza, mientras que otros vibran con cultura, arte y vida urbana. Lo mejor de Francia es que se puede combinar todo: pasear por mercados locales, explorar castillos históricos, recorrer viñedos o simplemente sentarse en una terraza a observar cómo pasa la vida.
Para nosotros, viajar por Francia es una mezcla de descubrimiento, sabor y encanto en cada esquina. Siempre nos vamos con ganas de más, con recuerdos que se quedan grabados y con la sensación de que aún nos queda muchísimo por explorar.
SITUACIÓN GEOGRÁFICA
Francia se encuentra en el corazón de Europa Occidental y es uno de los países con mayor diversidad geográfica del continente. Limita al norte con el Canal de la Mancha, al oeste con el océano Atlántico y al sur con el mar Mediterráneo, lo que le da una mezcla única de paisajes costeros. Al este comparte fronteras con Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Suiza e Italia, y al sur con España y Andorra, mientras que al otro lado del mar mantiene relación con el Reino Unido gracias al Canal de la Mancha.
CAPITAL
La capital es PARIS
IDIOMA
El idioma oficial es el francés.
MONEDA
La moneda oficial de Bélgica es el euro (€),
ENCHUFES
En Francia se utilizan los enchufes de tipo C y E, los mismos que encontramos en la mayor parte de Europa. Funcionan con una tensión de 230 V y una frecuencia de 50 Hz, así que si viajamos desde España no necesitamos ningún adaptador: nuestros cargadores, secadores o cualquier aparato eléctrico funcionan sin problema.
Eso sí, si vienes de países fuera de Europa, lo más práctico es llevar un adaptador universal para no tener sorpresas.
DOCUMENTACIÓN
Para viajar a Francia desde España no hace falta complicarse: basta con llevar el DNI o el pasaporte en vigor, ya que ambos países forman parte de la Unión Europea y del espacio Schengen. Esto significa que no hay controles fronterizos estrictos y la entrada es muy sencilla.
Si el viaje es desde fuera de la Unión Europea, puede variar: en muchos casos se permite entrar solo con pasaporte, pero en otros es necesario un visado Schengen, dependiendo de la nacionalidad del viajero y del tiempo de estancia.
En cualquier caso, siempre es recomendable comprobar la documentación antes de viajar para evitar sorpresas. Y un consejo práctico: aunque solo haga falta el DNI, llevar también el pasaporte nunca está de más.
SEGURO DE VIAJE
Si viajas a Bélgica lo mejor es siempre ir asegurado con una compañía especializada en viajeros.
MEJORES ÉPOCAS PARA VIAJAR
La primavera (abril-junio) es una de las mejores épocas: el clima es agradable, los días se alargan y los jardines y campos están llenos de color. Además, no hay tanta masificación turística como en verano.
El verano (julio-agosto) es perfecto para disfrutar de la costa, festivales y vida al aire libre, aunque también es la temporada más concurrida y con precios más altos.
El otoño (septiembre-octubre) nos encanta porque conserva un clima suave, los viñedos se tiñen de colores espectaculares y todavía se puede viajar sin las aglomeraciones de pleno verano.
El invierno (noviembre-marzo) tiene su propio encanto: es ideal para quienes buscan mercadillos navideños, ciudades con ambiente festivo o estaciones de esquí en los Alpes y Pirineos.
COSTUMBRES
Algo muy típico es el saludo con besos en la mejilla (la bise), aunque el número de besos cambia según la región. También es muy común decir siempre bonjour al entrar en una tienda o al cruzarte con alguien, una costumbre sencilla que muestra cortesía.
La hora de las comidas también marca el ritmo del día. El almuerzo suele ser largo, entre las 12:00 y las 14:00, y la cena más ligera pero igualmente importante, casi siempre acompañada de buen pan y vino.