PICOS DE EUROPA

Viajar a esta zona de Asturias es descubrir una naturaleza que impone respeto, pero también invita al silencio. Cada curva del camino ofrece una nueva vista que deja sin aliento: laderas cubiertas de bosque, cumbres que se pierden entre las nubes y prados donde pastan vacas y cabras como si el tiempo no existiera.

En los Picos de Europa no hace falta hacer grandes esfuerzos para sentirse pequeño —basta con mirar alrededor—. Es un lugar que emociona por su belleza, pero también por su autenticidad, por esa mezcla de montaña, historia y alma asturiana que se respira en cada rincón.

Aquí la naturaleza no es un decorado: es la protagonista. Los sonidos del viento, el rumor de los ríos y el tañido de los campanos se convierten en la banda sonora perfecta para perderse y, sobre todo, encontrarse.

Elige un día despejado para disfrutar de este maravilloso lugar. 


COVADONGA 

"Un santuario escondido entre montañas, donde la naturaleza se vuelve sagrada".

 

Entre montañas cubiertas de niebla y bosques que huelen a lluvia, aparece Covadonga, un lugar donde el paisaje se vuelve sagrado.

Según la tradición, en estas montañas se libró la batalla de Covadonga en el año 722, el origen de la Reconquista. Desde entonces, el lugar se convirtió en símbolo de la identidad asturiana y en destino de peregrinación.

SANTA CUEVA 

Bajo un imponente paredón de piedra caliza, escondida en la montaña y acompañada por el sonido constante del agua, se encuentra la Santa Cueva de Covadonga, uno de los lugares más emblemáticos y conmovedores de Asturias.

La cueva se abre como un balcón natural sobre una cascada que cae al lago de la fuente del Origen, un rincón donde la naturaleza parece haberse detenido para guardar silencio. Dentro, en un pequeño altar iluminado por velas, reposa la Virgen de Covadonga, conocida por todos los asturianos como La Santina.

Entrar en la cueva es sentir una mezcla de respeto, emoción y paz. El aire es fresco, huele a piedra húmeda y a incienso. El murmullo del agua crea una música natural que acompaña el recogimiento del lugar. No importa si uno viene por fe o por curiosidad: aquí todo invita al silencio y a la contemplación.

Nosotros nos quedamos un rato mirando el altar y escuchando el sonido del agua. 

La tradición cuenta que en esta cueva se refugió Don Pelayo antes de la batalla de Covadonga, y que allí comenzó la resistencia que marcaría el inicio de la Reconquista. En ella descansan los restos de Don Pelayo. 

Su entrada es gratuita. Y si quieres aparcar arriba te recomendamos  madrugar. 

FUENTE DE LOS SIETE CAÑOS

A los pies del Santuario de Covadonga, junto al camino que baja hacia la Santa Cueva, se encuentra la Fuente de los Siete Caños, un pequeño tesoro de piedra del que brota agua pura y fría de la montaña. 

La tradición dice que quien beba agua de los siete caños se casará dentro del año

BASÍLICA SANTA MARIA LA REAL 

La Basílica de Santa María la Real de Covadonga es uno de los templos más icónicos del norte de España, y sin duda, una de las imágenes más reconocibles de Asturias. Su silueta rosada, enmarcada por las montañas verdes de los Picos de Europa, tiene algo mágico.

La basílica fue construida entre 1877 y 1901 en estilo neorrománico, con piedra caliza rosada procedente de las propias montañas cercanas. Su diseño elegante y sereno, con dos altas torres que apuntan al cielo, refleja la devoción y el orgullo de un pueblo profundamente unido a su tierra.

Al entrar, el interior sorprende por su sobriedad y luminosidad. Las paredes claras y los vitrales de colores crean un ambiente sereno, ideal para la contemplación. La música del órgano y el silencio de los visitantes completan esa atmósfera tan especial que solo tienen los lugares con alma.


LAGOS

"Entre prados y montañas, los lagos respiran calma y belleza sin artificios".

 

Tras una carretera serpenteante que sube entre prados y montañas, se llega a uno de los paisajes más bellos del norte de España: los Lagos de Covadonga, dos joyas naturales escondidas entre las cumbres de los Picos de Europa.

Nada más llegar, el aire cambia. Es más fresco, más limpio, y huele a hierba y a piedra húmeda. Frente a nosotros se abre un paisaje de postal: el lago Enol, el más grande, reflejando las montañas como si fueran un espejo, y un poco más arriba, el lago Ercina, más pequeño y rodeado de pastos donde pastan tranquilas las vacas.

El silencio solo se rompe con el sonido de los cencerros y el viento que baja de las cumbres. Es un lugar que invita a caminar despacio, a sentarse en la hierba y simplemente mirar.

Los lagos se formaron por la acción glaciar y están situados a más de 1.000 metros de altitud. El entorno es un paraíso para los amantes del senderismo: hay rutas que bordean los lagos, miradores naturales y caminos que se adentran en el corazón del parque nacional.

Nosotros subimos hasta el mirador entre lagos, donde las vistas a los dos lagos y a los picos son preciosas. Hay que quedarse allí disfrutando del paisaje y el lugar, vale muchísimo la pena. 

ACCESO

El acceso a los Lagos de Covadonga está controlado para proteger el entorno natural, ya que es una de las zonas más visitadas del Parque Nacional de los Picos de Europa. Dependiendo del momento del año, se puede subir en vehículo propio o en autobús lanzadera desde Cangas de Onís o el Santuario de Covadonga.

Nosotros subimos en taxi, precio 9e y te permite tener la libertad de bajar cuando desees. 

  • Fuera de temporada alta (normalmente desde noviembre hasta marzo, y algunos días de octubre y abril), el acceso con coche particular está permitido.
  • La carretera CO-4, que parte desde el Santuario de Covadonga, asciende durante unos 12 km entre curvas, prados y miradores naturales.
  • Es una carretera de montaña estrecha pero en buen estado, con varios puntos donde detenerse a disfrutar de las vistas.
  • En los lagos hay varios aparcamientos señalizados cerca del lago Enol y del lago Ercina.

Consejos útiles

 

  • Llevar ropa de abrigo incluso en verano: el tiempo cambia muy rápido.
  • Evitar las horas centrales del día si se quiere disfrutar del paisaje con menos gente.
  • En días despejados, madrugar merece la pena: la luz de la mañana sobre el lago Enol es mágica.
  • Comprobar el parte meteorológico antes de subir, especialmente en otoño o invierno.

 


CANGAS DE ONIS

"Cangas de Onís, el punto donde la historia de Asturias empieza a latir".

 

Situada entre montañas y atravesada por el río Sella, Cangas de Onís es mucho más que un punto de paso hacia Covadonga: es un lugar lleno de historia, tradiciones y paisajes que invitan a quedarse.

El símbolo indiscutible del pueblo es su puente romano, aunque en realidad es de origen medieval. Con su gran arco central reflejándose sobre el río, es una de las imágenes más famosas de Asturias. Bajo él cuelga una reproducción de la Cruz de la Victoria, emblema del Principado.

Cangas de Onís fue la primera capital del Reino de Asturias tras la victoria de Don Pelayo en Covadonga, y todavía conserva ese aire de lugar histórico. Pasear por sus calles es encontrarse con pequeños comercios, casas de piedra, sidrerías y un ambiente alegre, sobre todo los días de mercado.

El mercado dominical es una delicia: puestos de quesos, embutidos, miel, artesanía… todo con ese toque auténtico que hace de Asturias un lugar tan especial.

La iglesia de Cangas de Onís, oficialmente Iglesia de Santa María de la Asunción, es otro de esos rincones con encanto que completan la visita al pueblo.