ÁLAVA  🇪🇸 

"Álava es tierra de contrastes: viñedos infinitos en Rioja Alavesa, montañas verdes en el norte y una capital, Vitoria-Gasteiz, que late tranquila entre historia y modernidad.”

Hace tiempo puse el País Vasco, pero esta vez estaba dispuesta a conocerlo en profundidad. Y creo sin duda que es una de las mejores comunidades autónomas que tiene este país. 

Nuestra ruta nos llevó por las tres provincias y Alava, a pesar de no tener mar, tiene viñedos, que la hacen especial. 

¿Te apetece conocerla un poco más? ¿Nos acompañas? 


VITORIA

PLAZA ESPAÑA

Empezamos nuestro recorrido en la Plaza de España, sentimos que estamos en el corazón de Vitoria-Gasteiz. La plaza nos recibe con su imponente arquitectura, donde destacan edificios históricos y el elegante Ayuntamiento, que nos deja admirando su fachada y sus detalles.

Nos detenemos un momento para observar el ir y venir de gente, disfrutar de los espacios abiertos y sentir la vitalidad de la ciudad.

Pasear por esta plaza nos hace apreciar cómo Vitoria-Gasteiz combina tradición y modernidad, y nos deja con ganas de explorar aún más cada rincón de su centro histórico. Vamos a ello. 

PLAZA DE LA VIRGEN BLANCA 

Al llegar a la Plaza de la Virgen Blanca, sentimos que nos encontramos en uno de los lugares más emblemáticos de Vitoria-Gasteiz. Su amplia extensión, flanqueada por edificios históricos y animadas terrazas, nos invita a detenernos y disfrutar del ambiente del centro de la ciudad.

Nos fijamos en la estatua de la Virgen Blanca, que preside la plaza, y nos imaginamos las celebraciones y encuentros que aquí han tenido lugar a lo largo de los años. Entre paseos y fotos, nos dejamos llevar por la vida cotidiana, el bullicio de los cafés y la energía que desprende este rincón tan querido por los vitorianos.


En la plaza encontramos las letras de la ciudad.Al toparnos con las letras de la ciudad, no pudimos resistirnos a acercarnos y tomarnos unas fotos. 

MURALES 

Mientras paseamos por Vitoria-Gasteiz, nos sorprendemos con los murales urbanos que decoran sus calles y plazas. Cada pintura nos cuenta una historia diferente, llena de color, creatividad y mensaje, y nos invita a detenernos para contemplarla con calma.

Nos encanta cómo el arte se integra con la ciudad: en cada muro descubrimos un detalle que nos hace sonreír, reflexionar o simplemente admirar la imaginación de sus autores. Pasear entre estos murales nos hace sentir que la ciudad está viva, que cada rincón tiene algo que contar y que el arte forma parte de su identidad.

CASCO VIEJO

Paseando por las calles de Vitoria-Gasteiz, sentimos que cada rincón tiene su propio encanto. Nos detenemos a admirar las fachadas históricas, los balcones llenos de flores y los detalles que hablan de siglos de vida urbana.

MURALLAS

Al acercarnos a las murallas de Vitoria-Gasteiz, sentimos que damos un salto al pasado de la ciudad. Caminar junto a estas imponentes estructuras nos permite imaginar cómo protegían la ciudad siglos atrás, mientras hoy se integran en un paseo tranquilo lleno de historia.

Nos detenemos a admirar los antiguos portales y las vistas que se abren desde lo alto, disfrutando de cómo la ciudad combina tradición y modernidad. Pasear por las murallas nos hace sentir que estamos explorando un rincón vivo de Vitoria-Gasteiz, donde cada piedra tiene una historia que contarnos.

CATEDRAL

La catedral bien merece una parada, aunque la encontramos en restauración.

Al acercarnos a la Catedral de Santa María, lo primero que nos llama la atención es su aspecto sólido, casi de fortaleza. No es la típica fachada ornamental llena de detalles, sino un templo que refleja su origen defensivo, levantado en el siglo XIII sobre una antigua iglesia fortificada.

Sus muros robustos, sus contrafuertes y la torre campanario se imponen en medio del casco medieval de la ciudad. Desde la plaza, podemos contemplar cómo la catedral se integra con las casas de piedra y calles estrechas que la rodean, dándole un aire aún más histórico.

Nos detenemos en su portada gótica, donde las esculturas nos hablan de devoción y de arte medieval, aunque desgastadas por el paso del tiempo. Todo el conjunto nos transmite la sensación de estar frente a un edificio que no solo fue centro religioso, sino también símbolo de poder y protección para Vitoria.

La visita interior nos queda pendiente para otra posible visita a la ciudad. 

 

PLAZA DEL MACHETE

Al llegar a la Plaza del Machete, sentimos que estamos ante uno de esos rincones llenos de historia y carácter. El nombre ya nos llama la atención, y pronto descubrimos que aquí los antiguos representantes juraban su cargo sobre un machete, símbolo de compromiso con la ciudad y con el pueblo.

La plaza, recogida y tranquila, nos invita a detenernos un momento. Entre sus muros de piedra y su aire histórico, podemos imaginar escenas de otros tiempos, cuando este lugar era centro de vida política y social.

Hoy, en cambio, se respira calma: es un espacio perfecto para pasear, hacer fotos y dejarnos envolver por la esencia medieval del casco histórico de Vitoria-Gasteiz.

IGLESIA DE SAN MIGUEL ARCANGEL

En esa plaza la Iglesia de San Miguel Arcángel, nos impresiona su imponente fachada gótica que domina la plaza. Nos detenemos un instante a contemplar su portada, llena de detalles que nos recuerdan el peso histórico y religioso de este templo.

La imagen de la Virgen Blanca, patrona de la ciudad, a la que los vitorianos muestran una gran devoción.

Además, desde su pórtico podemos disfrutar de una de las mejores vistas de la plaza, imaginando cómo durante siglos este lugar ha sido punto de encuentro de los habitantes de Vitoria.

EL CELEDON

Al toparnos con El Céladon, sentimos que estamos frente a uno de los símbolos más curiosos y encantadores de Vitoria-Gasteiz. La figura nos sorprende por su historia y su presencia discreta pero significativa en el paisaje urbano.

Nos detenemos un momento para observar los detalles, imaginar las historias que la rodean y entender por qué los locales la aprecian tanto. Pasear cerca de esta estatua nos hace sentir que descubrimos pequeños secretos de la ciudad, esos rincones que no aparecen en todas las guías pero que le dan personalidad y encanto a Vitoria-Gasteiz.

Nos vamos con la sensación de haber vivido una experiencia completa: historia, cultura, gastronomía y naturaleza se entrelazan aquí de manera armoniosa. Y, sobre todo, nos quedamos con unas enormes ganas de volver, perdernos otra vez por sus calles, y dejarnos sorprender por todos los detalles que hacen de Vitoria-Gasteiz un lugar tan especial.

Pero Álava no es solo su ciudad, hay lugares preciosos y paisajes magníficos, si recorres su provincia.