BARCELONA
“Barcelona, donde cada rincón nos habla de Gaudí y su genialidad”
Barcelona no se visita, se pasea. Es de esas ciudades que se descubren con los ojos bien abiertos y el paso tranquilo. Una ciudad que mezcla lo antiguo y lo moderno sin despeinarse: un templo gótico junto a un mercado de diseño, una calle medieval que desemboca en un mural de Miró.
Aquí todo tiene ritmo. El de los turistas en las Ramblas, el de los vecinos que se saludan en los mercados, el del mar que marca el compás en la Barceloneta.
Y si uno sabe mirar, entre plaza y plaza, entre barrio y barrio, se encuentra eso que no sale en las guías: la Barcelona cotidiana. La de los vermuts con olivas, la de los balcones llenos de ropa al sol, la de los grafitis que cuentan historias.
Barcelona es mucho más que una postal. Es una ciudad que se vive paso a paso, sin prisa y con los sentidos despiertos.
Aunque últimamente le tiene declarada la guerra al turismo. Es una ciudad que no te debes perder si viajar a o por España.
TIBIDABO
Lo bonito del Tibidabo es que no solo es el destino, ¡el trayecto también tiene su encanto! Empecé cogiendo el mítico Funicular del Tibidabo. Es casi atracción en sí misma: subes poco a poco por la montaña, viendo cómo Barcelona se va quedando chiquitita a tus pies.
Cuando llegas arriba, la vista te deja sin palabras. Literalmente. Lo primero que pensé fue: “Vale, entiendo por qué a esto lo llaman el balcón de Barcelona”.
Lo primero que te recibe es el Templo del Sagrado Corazón. Majestuoso, neogótico, y coronado por una enorme estatua de Cristo que parece proteger toda la ciudad. Puedes subir hasta el mirador (sí, hay ascensor), y desde allí se ve TODO: el mar, el Eixample, la Sagrada Familia en miniatura… Incluso Montserrat a lo lejos si el día está despejado.
A un paso del templo está el Parque de Atracciones del Tibidabo, que no es un parque cualquiera. Es uno de los más antiguos de Europa, y tiene ese aire retro que lo hace entrañable. Nos montamos en el Avión, una atracción histórica que simula un vuelo sobre la ciudad (y que funciona desde 1928). También nos animamos con la Talaia, una especie de torre metálica desde donde te elevan aún más, como si ya no fuera suficiente estar en la cima.
No faltaron risas, algo de vértigo y muchas fotos. El ambiente es familiar, tranquilo, como sacado de otra época. Nada que ver con los parques masivos que todos conocemos.
El Tibidabo tiene ese equilibrio raro entre lo sagrado y lo lúdico, entre lo histórico y lo kitsch, entre el mirador y la montaña rusa. Es uno de esos sitios que te hacen sentir como si estuvieras de viaje dentro del propio viaje. Así que si pasas por Barcelona, no te lo pienses: sube al Tibidabo. Y si puedes, quédate a ver el atardecer. Las luces de la ciudad encendiéndose poco a poco son el broche perfecto.
PUERTO
El puerto de Barcelona no es solo un lugar para barcos. Es un espacio donde la ciudad se abre al mar y se mezcla con historia, modernidad y vida cotidiana.
MONUMENTO A COLON
Imposible no verlo. Justo al final de La Rambla, se alza esta columna gigante con Cristóbal Colón señalando, supuestamente, hacia América. Puedes subir en ascensor hasta arriba para tener una vista diferente del puerto. Es pequeño y algo claustrofóbico, pero curioso.
PORT VELL
Este es el puerto antiguo, transformado en un espacio para caminar, relajarse y ver yates que cuestan más que un piso en el Eixample. Vi desde pequeñas embarcaciones hasta auténticos palacios flotantes. Aquí está el famoso puente levadizo, el Puente de la Rambla de Mar, que se mueve para dejar pasar los barcos. Si tienes suerte, lo verás en acción.
MAREMAGNUM
Un centro comercial en medio del agua. Literalmente. Aunque no íbamos con intención de comprar nada, entré para tomar un café con vistas al mar. Hay tiendas, restaurantes y un ambiente muy animado, sobre todo al atardecer.
AQUARIUM
Aunque yo en este caso lo visite de jovencita, merece la pena. Tiene un túnel submarino impresionante con tiburones, mantas y peces de todos los colores. Es uno de los acuarios más importantes de Europa.
GOLONDRINAS
Son los barquitos turísticos, que te llevan a conocer la ciudad desde el mar. Hay recorridos cortos por la costa o paseos más largos al atardecer.
las Golondrinas son embarcaciones turísticas que llevan más de 140 años navegando por la ciudad. Las primeras zarparon en 1888, durante la Exposición Universal, y desde entonces se han convertido en parte del paisaje del puerto.
Ver la ciudad desde fuera, sin ruido, sin tráfico, solo con el sonido del agua y el motor del barco, es una experiencia que te cambia la perspectiva
MONTJUïC
TELEFERICO
Hay muchas formas de subir a la montaña de Montjuïc, pero pocas tan memorables como hacerlo en el teleférico. No es el medio más rápido, ni el más barato, pero sin duda es el más bonito.
El recorrido no es largo —unos 750 metros—, pero cada segundo vale oro visual. Desde las alturas puedes ver cómo Barcelona se despliega como una maqueta.
Si te gusta hacer fotos, este trayecto es una mina. Cada ángulo desde la cabina es una postal. Y si no, simplemente siéntate y disfruta. No hay nada que hacer más que mirar, respirar y dejarte llevar.
CASTILLO DE MONTJUÏC
El Castillo de Montjuïc no es solo una fortaleza bonita en lo alto de la ciudad. Es un lugar cargado de historia, y no toda es alegre. Construido en el siglo XVII como fortaleza militar, ha sido testigo (y protagonista) de batallas, bombardeos y fusilamientos. Durante la Guerra Civil, fue usado como prisión y centro de ejecuciones, incluido el presidente catalán Lluís Companys en 1940.
A pesar de su pasado oscuro, hoy el castillo es un espacio abierto, lleno de luz, con jardines cuidados y rincones tranquilos donde sentarte a contemplar el horizonte.
Una vez entras, puedes pasear por los patios, subir a las murallas y rodear toda la fortaleza. Desde allí tienes una de las vistas más completas de Barcelona: el puerto industrial, el mar, el skyline de la ciudad, Collserola… y si giras la vista hacia el oeste, Montserrat en días despejados.
Visita previo pago.
MIRADOR DEL ALCALDE
El Mirador del Alcalde se encuentra en la montaña de Montjuïc, justo por encima del puerto, a pocos pasos del Castillo. Es un espacio ajardinado, tranquilo, decorado con fuentes, bancos y algunas esculturas modernas. Y desde el cual podrás obtener unas bonitas vistas de la ciudad.
MONUMENTO A LA SARDANA
Cerca del mirador, puedes llegar hasta el. Para entender este monumento, hay que saber qué representa. La sardana no es solo un baile tradicional catalán; es un símbolo de unidad, comunidad y resistencia. Se baila en círculo, con todos los participantes cogidos de las manos, y cualquiera puede unirse. No hay jerarquías, no hay edades, solo pasos al ritmo de la música de la cobla
ESTADIO OLÍMPICO LLUIS COMPANYS
Aunque muchos lo asocian con las Olimpiadas del 92, lo cierto es que el estadio fue construido en 1929 para la Exposición Internacional. Luego pasó por etapas de olvido, proyectos que no cuajaron y hasta años sin uso. Fue reformado por completo para los Juegos Olímpicos, y desde entonces es un símbolo del renacer de la ciudad.
Hoy en día sigue en uso para conciertos, y actos deportivos.
El estadio lleva el nombre de Lluís Companys, presidente de la Generalitat de Catalunya durante la Segunda República, que fue fusilado por el régimen franquista en 1940. Un gesto de memoria histórica que le da aún más peso al lugar.
PUEBLO ESPAÑOL
Un lugar donde viajar por toda España a pie, en un par de horas, y sin necesidad de trenes ni maletas.
Es un recinto al aire libre que reproduce con gran detalle calles, casas y plazas de diferentes regiones de España. Hay más de 100 réplicas arquitectónicas inspiradas en lugares reales, desde una calle andaluza blanca y con macetas hasta una plaza castellana con soportales o una casa señorial de Aragón.
Todo está construido a escala real y dispuesto como si fuera un pueblo auténtico. Incluso oirás música regional, verás gente trabajando en talleres de cerámica o vidrio, y podrás comer platos típicos de distintas partes del país.
Alli puedes pasear, entrar en talleres artesanales, probar comida típica, y ver exposiciones.
FUENTE DE MONTJUIC
La fuente fue construida para la Exposición Internacional de 1929, y desde entonces ha sido uno de los grandes emblemas de Barcelona.
En 1980 se le dio el toque mágico: se sincronizó con música y luces, y desde entonces ha ofrecido miles de espectáculos.
La Fuente Mágica de Montjuïc no es solo agua y luces. Es una experiencia sensorial, un ritual urbano, un espectáculo gratuito que convierte una noche cualquiera en algo memorable. Si estás en Barcelona y quieres ver cómo la ciudad mezcla arte y emoción en estado puro… este es el sitio.
PLAZA DE ESPAÑA
La Plaça d’Espanya es una de esas plazas que no pasan desapercibidas: enorme, señorial, con una fuente monumental en el centro y rodeada de edificios con historia.
Está situada al pie de la montaña de Montjuïc y es uno de los puntos neurálgicos de Barcelona.
Fue diseñada en 1929 con motivo de la Exposición Internacional, y su forma circular está inspirada en la arquitectura clásica. La fuente central, de estilo barroco, fue diseñada por Josep Maria Jujol, colaborador de Gaudí. Está llena de esculturas alegóricas que representan ríos, mares y virtudes de España. Si te fijas bien, es como una pequeña ópera en piedra y agua.
Y por si fuera poco, hay dos torres imponentes que parecen sacadas de Venecia: son las Torres Venecianas, de 47 metros de altura, que marcan la entrada monumental al recinto ferial y al paseo hacia Montjuïc.
Desde la plaza puedes ver perfectamente:
- La avenida Reina Maria Cristina, flanqueada por farolas clásicas, que lleva directamente hacia la Fuente Mágica y el MNAC.
- Las Torres Venecianas, que enmarcan ese paseo como si entraras en un escenario.
- El antiguo edificio de Las Arenas, una antigua plaza de toros convertida en centro comercial, desde cuya terraza hay una vista panorámica espectacular
LA RAMBLA
PLAZA CATALUNYA
Es el centro neurálgico de la ciudad. Es importante, por qué desde aquí salen las principales avdas de la ciudad. (paseo de Gracia, Portal del Angel y la Rambla).
En ella se pueden ver, esculturas, las fuentes, El Corte Inglés, con una terraza en su planta superior con vistas panorámicas, y edificios históricos.
LA RAMBLA
Desde Plaça de Catalunya hasta el mar, este paseo de poco más de un kilómetro está lleno de vida a cualquier hora del día.
A ambos lados, cafés, tiendas de recuerdos, artistas callejeros… A medida que avanzas, te encuentras con músicos, estatuas humanas y terrazas donde tomar algo mientras ves pasar la ciudad.
La Rambla no es solo un paseo: es un espectáculo urbano, un escaparate humano y un pedacito de la esencia de Barcelona. Pasearla es casi obligatorio si visitas la ciudad, no tanto por lo que se ve, sino por todo lo que se siente. Así que, cámara en mano y sentidos bien abiertos, ¡a ramblear se ha dicho!
Cuidado con los carteristas: Como en todo lugar turístico, hay que estar atento, especialmente en zonas con mucha gente.
FONT DE CANALETAS
hicimos una parada en uno de esos rincones que muchos turistas fotografían sin saber exactamente qué están viendo: la Font de Canaletes. Pero esta pequeña fuente de hierro, situada al inicio de Las Ramblas, guarda mucha más historia y simbolismo del que parece.
Podría parecer solo una bonita fuente modernista con un farol de hierro forjado, pero para los barceloneses tiene un valor sentimental enorme. Desde hace décadas, es el punto de reunión para celebrar las victorias del Fútbol Club Barcelona. Así que si alguna vez estás en la ciudad tras un partido importante, ¡ya sabes dónde se vivirá la fiesta!
Además, cuenta la leyenda que quien bebe agua de la Font de Canaletes, siempre vuelve a Barcelona. Para nosotros fácil pues nuestro 50% es de aquí. 😊
MERCADO DE LA BOQUERIA
Si hay un lugar en Barcelona que despierta todos los sentidos, ese es sin duda el Mercado de la Boqueria. A solo unos pasos de la Font de Canaletes y en pleno paseo por Las Ramblas, este mercado es mucho más que un sitio para hacer la compra: es un espectáculo gastronómico, cultural y visual.
Entrar en la Boqueria es como sumergirse en un arcoíris comestible: frutas exóticas perfectamente apiladas, zumos naturales de todos los colores, mariscos que parecen recién salidos del mar, jamones colgando como trofeos, y puestos de tapas que huelen a gloria.
🕒 Horario: abre de lunes a sábado, de 8:00 a 20:30. Los domingos está cerrado.
CASA BRUNO CUADROS
Seguimos caminando hacia el puerto y a la izquierda estabamos frente a la Casa Bruno Cuadros, también conocida como la Casa de los Paraguas.
Este edificio, reformado en el siglo XIX, fue en su día una tienda de paraguas y abanicos. Pero no cualquier tienda: aquí lo dieron todo con la decoración. La fachada está repleta de detalles orientales: abanicos de hierro, vidrieras, colores vivos… ¡hasta un farolillo colgando del dragón! Es como si alguien hubiese mezclado un templo japonés con una galería modernista, y el resultado es simplemente genial
Aunque ahora ya no venden paraguas, merece la pena detenerse un rato, mirar los detalles y hacerse una foto con el dragón.
TEATRO DEL LICEO
Inaugurado en 1847, el Liceu ha sido durante más de un siglo el epicentro cultural de la alta sociedad barcelonesa. Por su escenario han pasado figuras legendarias de la ópera como Maria Callas, Plácido Domingo o Montserrat Caballé.
Pero el Liceu también ha tenido que renacer varias veces: fue destruido por un incendio en 1861, y otro más devastador en 1994 lo dejó completamente en ruinas. A pesar de ello, Barcelona no permitió que el Liceu muriera. En el año 1999 se reabrió con una reconstrucción fiel al edificio original, combinando su estilo clásico con tecnología moderna.
Recomendamos hacer visita guiada, para conocer todo lo que el teatro envuelve por dentro.
PLAZA REAL
La Plaça Reial (Plaza Real) es uno de esos rincones que no te esperas, y cuando entras, te dan ganas de quedarte un buen rato.
Lo primero que ves son las palmeras altísimas, el murmullo de las terrazas y un ambiente relajado que contrasta con el bullicio de la calle.
En el centro hay una fuente elegante y dos farolas que, si miras bien, llevan la firma de alguien muy famoso… ¡sí, son de Gaudí! Cuando aún era un joven arquitecto, diseñó estas farolas con cascos alados y serpientes enroscadas. Una joyita discreta para los que miran con curiosidad.
Nos sentamos en una terraza, pedimos una caña y simplemente nos dejamos llevar por la vida de la plaza: músicos callejeros, turistas felices, locales leyendo el periódico… Un rincón perfecto para bajar el ritmo y empaparse del alma de la ciudad.
MUSEO DE CERA
Justo al final de Las Ramblas, cuando crees que ya lo has visto todo, nos topamos con un edificio señorial que parece sacado de una novela antigua.
Desde fuera ya impone: fue una antigua sede bancaria del siglo XIX, con columnas clásicas y un aire misterioso. Pero al cruzar la puerta… entramos en un mundo totalmente diferente. Salas temáticas, luz tenue y más de 150 figuras de cera que van desde Einstein hasta Rosalía, pasando por Frida Kahlo, Messi, Dalí o personajes del cine y la música.
Algunas figuras son tan realistas que dan hasta un poco de respeto —sobre todo si te toca estar solo en la sala—. Otras te sacan una carcajada. Pero lo mejor es que el museo no se queda solo en figuras: tiene escenografías muy curradas, efectos de sonido y hasta algún pasadizo secreto (sí, no diremos más para no hacer spoiler 😏).
Al salir, nos tomamos algo en El Bosc de les Fades, un bar mágico justo al lado que parece un bosque encantado. Ideal para cerrar la visita con una copa entre árboles de mentira, hadas y luces tenues. Muy de cuento.
BARRIO GÓTICO
Hay lugares que no se visitan, se sienten. Así nos pasó con el Barrio Gótico de Barcelona. Entramos casi sin darnos cuenta, dejando atrás el bullicio de las avenidas, y de repente el tiempo pareció cambiar de ritmo.
Calles estrechas que se enredan unas con otras, edificios antiguos que se tocan de tan juntos, balcones con ropa tendida, faroles que cuelgan como en una película.
Aquí no hace falta seguir un mapa. Lo mejor es dejarse llevar.
A veces uno no sabe si lo que está viendo es historia real o un decorado perfecto. Pero da igual. El encanto del Gótico está en eso: en perderse, en dejarse envolver por sus sombras y su luz dorada. Y en salir, al final, con la sensación de haber viajado en el tiempo sin moverse de la ciudad.
AVDA PORTAL DE L'ANGEL
Nos adentramos en el barrio gótico, por una de las avenidas más animadas de la ciudad el Portal de l’Àngel. Si te gustan las compras, este es tu sitio. Y si no… también, porque la mezcla de tiendas, edificios históricos y ambiente barcelonés es imposible de ignorar.
Esta avenida peatonal conecta la Plaça de Catalunya con la Catedral, y siempre está llena de vida: músicos callejeros, artistas dibujando retratos, grupos de turistas y locales yendo de tienda en tienda. Aquí se concentran algunas de las marcas más conocidas —desde Zara hasta Apple—, pero también hay escaparates de grandes almacenes, heladerías, y pequeñas joyerías escondidas entre fachadas modernistas.
El nombre, “Portal del Ángel”, viene de la antigua puerta medieval que daba acceso a la ciudad amurallada, y aunque hoy no queda ni rastro de aquellas murallas, todavía se respira ese aire de cruce de caminos y punto de encuentro.
EL PETÓ "EL BESO"
Entre las callejuelas del centro histórico, justo cuando crees que ya lo has visto todo, aparece un beso gigante en medio de una plaza tranquila. Pero no es cualquier beso. Es un mural hecho con más de 4.000 pequeñas fotos que, vistas de cerca, muestran momentos cotidianos: abrazos, viajes, miradas, carcajadas, protestas, libertad. Pero si te alejas, todas esas imágenes forman algo más grande: dos bocas que se funden en un beso apasionado.
La obra se llama “El mundo nace en cada beso”.
CATEDRAL
En medio del barrio antiguo se alza esta joya gótica que impresiona desde el primer vistazo. Sus torres, su fachada llena de detalles y la vida que la rodea la convierten en un lugar mágico. Dentro, silencio, historia y un claustro con ocas que sorprende a quien no lo espera. Un rincón que impone… y enamora.
PONT DEL BISBE
Un pequeño puente de piedra, con aire gótico y un toque misterioso, que une dos edificios sobre una calle estrecha. Parece sacado de una novela medieval… y sí, es de los lugares más fotografiados de Barcelona. Pequeño, sí, pero con muchísimo encanto.
Bajo el puente hay una calavera tallada con una daga atravesándola. Dice la leyenda que si la miras fijamente y pides un deseo… ¡mejor que no lo hagas! Se supone que trae mala suerte.
PLAZA DE SANT JAUME / AYUNTAMIENTO Y GENERALITAT
La Plaça de Sant Jaume no tiene esculturas gigantes ni fuentes llamativas, pero lo que tiene es poder. Aquí están cara a cara el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat, los dos grandes edificios del gobierno catalán. Es una plaza sobria pero llena de historia, de manifestaciones, celebraciones y decisiones importantes.
PARQUE DE LA CIUDADELA
El Parc de la Ciutadella es uno de esos lugares donde Barcelona cambia de ritmo. Paseos entre árboles, barquitas en el lago, músicos tocando en el césped y parejas tumbadas al sol… Aquí todo invita a relajarse.
Tiene rincones preciosos: una fuente monumental que parece sacada de un palacio,
esculturas escondidas entre el verde y hasta un mamut gigante que nadie se espera. Perfecto para un picnic, una siesta al aire libre o simplemente para pasear sin prisa. Un oasis dentro del ajetreo urbano.
Dentro del parque podréis encontrar lugares como.....
PARLAMENTO DE CATALUNYA
En pleno Parque de la Ciutadella se encuentra el Parlamento de Cataluña, sede del poder legislativo catalán. Lo que hoy es un edificio político fue en su día un arsenal militar construido tras la derrota de 1714, como parte de la antigua fortaleza que controlaba Barcelona.
Aunque no se puede visitar por dentro salvo en ocasiones especiales (como el 11 de septiembre o Sant Jordi), su exterior merece una parada. Está rodeado de jardines, esculturas y muy cerca del estanque y la cascada monumental del parque.
Una mezcla de historia, política y relax verde en el corazón de la ciudad.
ZOO
Si estás paseando por el Parque de la Ciutadella, no puedes perderte el Zoo de Barcelona, uno de los más antiguos de Europa (abierto en 1892) y famoso por haber sido el hogar del gorila Copito de Nieve, el único albino conocido de su especie.
PORT OLIMPIC
Construido para los Juegos Olímpicos de 1992, el Port Olímpic es hoy un punto clave del litoral barcelonés. Rodeado de playas, chiringuitos y terrazas, este puerto deportivo combina ambiente náutico con vida nocturna, ideal tanto para pasear como para salir de copas.
TORRE MAPFRE Y HOTEL ARTS
En plena fachada marítima de Barcelona, junto al Port Olímpic, se alzan las dos torres más altas de la ciudad: la Torre Mapfre y el Hotel Arts. Con sus 154 metros de altura, son un símbolo del renacer urbano que trajo consigo Barcelona 92.
En su base encontrarás la escultura dorada del “Peix d’Or”, creada por Frank Gehry, que brilla con el sol del atardecer.
HOTEL W
Al fondo el edificio con forma de vela en el barrio de la Barceloneta, diseñado por Ricardo Bofill e inaugurado en 2009, es el glamouroso W Barcelona, también conocido como el “Hotel Vela
GAUDI
PARK GÜELL
Barcelona tiene muchos rincones con encanto, pero pocos tan especiales como el Park Güell. Entrar aquí es como asomarse a un cuento de hadas diseñado por un arquitecto soñador. Y ese soñador, claro, se llama Antoni Gaudí.
Lo primero que nos recibió fue el famoso dragón de colores, justo en la escalinata principal. Hecho con la técnica del trencadís (mosaico de cerámica rota), este simpático “guardían” se ha convertido en el símbolo del parque… ¡y en un imán para las fotos!
En lo alto, nos esperaba la plaza central, rodeada por el famoso banco ondulado que abraza todo el espacio como una serpiente modernista. Gaudí lo diseñó pensando en la ergonomía… ¡y se nota! Nos sentamos un rato a disfrutar de las vistas de Barcelona, con el mar al fondo y la ciudad a nuestros pies.
Si puedes, intenta ir a primera hora de la mañana. Evitarás las multitudes y podrás saborear el lugar con calma. Y no olvides llevar agua, calzado cómodo… y batería en la cámara: ¡vas a hacer muchas fotos!
LA PEDRERA
La Casa Milà, más conocida como La Pedrera, rompe con todo: sin líneas rectas, con balcones de hierro forjado como algas y una fachada ondulante que parece moverse con el viento.
Pero lo más alucinante está en la azotea: chimeneas con forma de guerreros de piedra, un skyline surrealista que mira de tú a tú a la ciudad.
OTROS LUGARES
SANTUARIO DE SAN JOSÉ DE LA MONTAÑA
Silencio, historia y unas vistas preciosas de la ciudad.
Un rincón ideal para desconectar y respirar un poco de calma entre tanta vida urbana.
RECINTO MODERNISTA DE SAN PAU
¿Un hospital que parece un palacio? En Barcelona, sí. El Recinto Modernista de Sant Pau fue durante casi un siglo un hospital en funcionamiento… ¡y parece sacado de un cuento!
Diseñado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, es uno de los conjuntos modernistas más grandes del mundo. Cúpulas, mosaicos, vidrieras y jardines lo convierten en un lugar donde la belleza curaba tanto como la medicina.
Hoy ya no se usa como hospital, pero se puede visitar y pasear por sus pabellones, conectados por túneles subterráneos y rodeados de naturaleza y arte.
Nosotros lo visitamos en Navidad un lugar que se convierte en pura fantasía.
CAMP NOU
Aunque no seas futbolero, entrar en el Camp Nou impresiona. Es el estadio más grande de Europa y uno de los lugares con más historia del fútbol mundial. Aquí han jugado leyendas como Cruyff, Ronaldinho o Messi, y la emoción se siente en cada rincón.
La visita al Spotify Camp Nou Tour te lleva por las gradas, el vestuario, la sala de prensa y el museo del FC Barcelona, donde las copas y camisetas cuentan una historia de pasión y gloria.
Hasta aquí nuestras visitas en Barcelona, nos queda mucho por conocer ya que la ciudad da para mucho, pero ya que estamos cerquita, os lo iremos completando poco a poco.