CANTABRIA đȘđž
Cantabria es una comunidad autónoma uniprovincial situada en el norte de España, en la cornisa cantábrica.
Cantabria nos recibió con valles verdes, montañas que se alzan al cielo y costas salvajes bañadas por el Cantábrico. Cada rincón nos hablaba de historia, cultura y vida tranquila, y nos dimos cuenta de que aquí cada paisaje tiene su propio carácter.
La naturaleza cántabra es un regalo: los Picos de Europa, con sus rutas de senderismo y pueblos de montaña, nos mostraron la fuerza y la majestuosidad de la región.
Cantabria es una tierra para explorar despacio, disfrutar de la naturaleza, perderse en pueblos con encanto y sentir la historia en cada piedra y cada sendero. Cada visita es una invitación a volver y descubrir algo nuevo.
CAPITAL
Su capital es Santander
IDIOMA
Castellano
CONSTRUCCION TÍPICA
La arquitectura tradicional de Cantabria combina funcionalidad y belleza. Entre sus elementos más característicos destacan:
- Los hórreos (también llamados horreos cántabros): similares a los asturianos, son construcciones elevadas sobre pilares de piedra o madera, diseñadas para guardar grano y alimentos evitando la humedad y los roedores. Suelen tener tejado a dos aguas de teja o pizarra. đŸ
- Las casonas montañesas: grandes casas de piedra con balcones de madera, tejados inclinados y fachadas sobrias pero elegantes. Estas viviendas familiares muestran el estatus de las familias rurales y su arraigo a la tierra.
- Bordas y cabañas: pequeñas construcciones rurales para el ganado o almacenamiento agrícola, hechas de piedra y madera, distribuidas por los valles y praderas cántabras.
BAILE TÍPICO
La jota cántabra.
RUTA DE 9 DÍAS POR CANTABRIA
Visitamos Cantabria porque es uno de esos rincones del norte de España que lo tiene todo: mar, montaña, pueblos con encanto y una comida que quita el sentido. Queríamos descubrir un lugar que no esté tan masificado como otros destinos turísticos, pero que aún así te deje con la boca abierta. Y vaya si lo conseguimos.
Cantabria nos sorprendió con sus paisajes verdes, sus acantilados junto al mar, sus cuevas prehistóricas y ese aire fresco que te llena los pulmones. Además, es perfecta para recorrerla en coche, parar donde te apetezca y disfrutar del camino sin prisas. Así que decidimos incluirla en nuestro blog porque creemos que es un destino que merece más protagonismo… y porque volveríamos con los ojos cerrados.
¿Nos acompañas en esta ruta?
DIA 1
MIRADOR DEL GANDARA
Este mirador se encuentra suspendido sobre un acantilado, ofreciendo una vista panorámica impresionante de las cascadas del río Gándara y del exuberante paisaje que lo rodea. La estructura metálica en voladizo da la sensación de estar flotando en el aire, permitiendo una visión sin obstáculos del entorno natural.
Las cascadas del río Gándara son especialmente espectaculares durante la temporada de lluvias o tras el deshielo, cuando el caudal del río aumenta y las aguas se precipitan con fuerza por las formaciones rocosas. Sin embargo, incluso en épocas de menor caudal, el paisaje sigue siendo digno de admiración.
CASTRO-URDIALES
“Castro Urdiales nos recibe con aire marinero y sabor a Cantabria”
Visitamos Castro-Urdiales porque es uno de esos pueblos costeros que te enamoran a primera vista. Tiene ese encanto del norte: casitas de colores, barquitas en el puerto, y un ambiente que mezcla lo marinero con lo histórico. Nos apetecía descubrir un sitio con mar, buen ambiente y algo de historia… y Castro lo tiene todo.
Además, queríamos mostrar en el blog un lugar que no solo sea bonito en fotos, sino que también se disfrute paseando: el casco antiguo, la iglesia gótica al borde del acantilado, el castillo-faro, y ese paseo marítimo donde se te va el tiempo mirando el mar o comiendo un buen pintxo.
Puedes pasear por su magnífico paseo, en nuestro caso coincidimos con la virgen del Carmen, patrona de los marineros y resentíamos su procesión marinera, muy emotiva.
AYUNTAMIENTO
Lo curioso es que, más allá de ser el lugar donde se gestionan los temas del pueblo, el edificio en sí tiene mucho encanto. Es de estilo clásico, con una fachada elegante y unos balcones que siempre están adornados con banderas. Y claro, al estar en pleno casco histórico, está rodeado de callejuelas con mucha vida y edificios antiguos que hacen que parezca que estás paseando por una postal.
PUENTE MEDIEVAL
Muy cerquita del puerto y junto al castillo-faro, nos encontramos con una de las joyas más fotogénicas de Castro-Urdiales: su puente medieval. Es pequeño, sí, pero tiene ese encanto de las cosas antiguas que siguen en pie con orgullo.
Lo mejor es el entorno: tienes el mar a un lado, la iglesia de Santa María justo detrás y las olas rompiendo cerca. Es uno de esos rincones donde te paras, haces mil fotos y te quedas un rato simplemente disfrutando del paisaje.
MIRADOR DE LA BAHÍA
Desde este mirador puedes ver cómo se mezcla la arquitectura con el paisaje costero, con las montañas al fondo y el mar Cantábrico extendiéndose hasta donde alcanza la vista. Es el típico lugar donde te sientas un rato, sacas fotos sin parar y simplemente respiras tranquilo.
CASTILLO - FARO SANTA ANA
Otro de los lugares que no te puedes perder en Castro-Urdiales es el Castillo-Faro de Santa Ana. Está justo al lado de la iglesia de Santa María y es de esos sitios que combinan historia, vistas espectaculares y ese aire marinero que tanto nos gusta.
IGLESIA SANTA MARIA
La Iglesia de Santa María es, sin duda, el gran icono de Castro-Urdiales. Se ve desde casi cualquier punto del pueblo y llama la atención al instante: enorme, imponente, y con ese estilo gótico que te hace sentir que has viajado unos siglos atrás. Allí junto al mar, en un entorno privilegiado.
DIA 2
PICOS DE EUROPA
“Un viaje a los Picos de Europa es un viaje al corazón de la montaña”
Salimos temprano llenos de ilusión, y ganas de aventura. La carretera serpenteaba entre verdes praderas, bosques frondosos y montañas que parecían tocar el cielo. Ya desde el coche, el paisaje nos dejó sin aliento: paredes de piedra verticales, valles profundos y el aire fresco que nos recordaba que estábamos en un lugar especial.
Cada momento en los Picos de Europa fue una mezcla de aventura, calma y asombro, un verdadero regalo para los sentidos y el alma. Cantabria y sus montañas nos dejaron con ganas de volver pronto, porque allí, entre picos y valles, el tiempo parece detenerse y la naturaleza habla en voz alta.
Como como nsejo os diremos que mirar siempre el tiempo antes de realizar esta excursión ya que sino subir a los picos no valdría la pena.
DESFILADERO DEL HERMIDA
El Desfiladero de La Hermida es una impresionante garganta natural situada a la entrada del acceso a los picos de Europa. Con una longitud de aproximadamente 21 kilómetros, es el desfiladero más largo de España. Tallado por el río Deva a lo largo de millones de años, sus paredes de roca caliza se elevan hasta 600 metros de altura, creando un paisaje espectacular , en una carretera serpenteante.
MOGROVEJO
En nuestra ruta por los Picos de Europa cántabros, descubrimos un pequeño tesoro que parece sacado de una postal medieval: Mogrovejo. Declarado Conjunto Histórico, este diminuto pueblo de piedra es una joya escondida entre montañas, donde el tiempo avanza más despacio y cada rincón cuenta una historia.
Nada más llegar, el paisaje te atrapa: casas tradicionales con tejados de teja roja, balcones llenos de flores, caminos empedrados y un silencio tan acogedor que parece abrazarte. Al fondo, los Picos de Europa se alzan majestuosos como si custodiaran este lugar desde siglos atrás.
Paseamos por sus callejuelas admirando la arquitectura lebaniega, con casonas de los siglos XVII y XVIII perfectamente conservadas.
Mogrovejo también tiene su lado cinéfilo: fue uno de los escenarios principales de la película Heidi: la reina de la montaña (2018), y entendimos por qué. Aquí se respira autenticidad, naturaleza y paz.
No hacía falta decir nada: teníamos esa sensación de haber encontrado un rincón especial, de esos que se quedan para siempre en la memoria viajera.
MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIEBANA
es uno de los lugares más emblemáticos de Cantabria y un destino imprescindible para quienes buscan historia, espiritualidad y belleza natural.
Este monasterio franciscano alberga el Lignum Crucis, el fragmento más grande conocido de la cruz en la que, según la tradición cristiana, murió Jesucristo .
POTES
Conocido como “la villa de los puentes y de las torres”, es un pintoresco municipio situado en el corazón de la comarca de Liébana, en Cantabria. Este enclave, rodeado por los imponentes Picos de Europa, destaca por su rica historia, arquitectura medieval y una vibrante vida cultural.
FUENTE DE
La tarde la pasamos subiendo a los picos de Europa en teleférico.
Si alguna vez soñaste con tocar el cielo sin tener que escalarlo, el Teleférico de Fuente Dé es tu oportunidad. Nosotros lo vivimos y te lo contamos, porque esta experiencia merece un hueco especial en cualquier viaje por Cantabria.
La carretera que lleva a Fuente Dé ya es un espectáculo en sí misma, serpenteando entre montañas verdes, vacas que pastan sin prisa y pueblos que parecen sacados de una postal antigua. Al llegar al aparcamiento, el macizo central de los Picos de Europa nos recibió con toda su grandeza. Te sientes minúsculo, y eso, lejos de intimidar, te invita a la aventura.
El teleférico impresiona desde abajo, pero es dentro donde empieza la magia. Las puertas se cierran, las poleas chirrían suavemente… y de repente, el mundo empieza a alejarse.
Subimos 753 metros de desnivel en menos de cuatro minutos, flotando sobre un vacío de vértigo mientras el valle se encoge bajo nuestros pies. Es una mezcla de emoción, respeto por la naturaleza y una pizca de adrenalina. Las vistas son espectaculares: paredes verticales, praderas alpinas, y al fondo, la inmensidad del Valle de Liébana.
Al llegar al Mirador del Cable, el aire cambia. Más frío, más limpio. El silencio, casi absoluto. Allí arriba, uno entiende por qué los Picos de Europa llevan ese nombre: se sienten majestuosos, imponentes… y muy, muy vivos.
Puedes elegir entre quedarte contemplando el paisaje desde el mirador o lanzarte a alguna de las rutas de senderismo que parten desde allí. Nosotros hicimos una caminata corta, lo suficiente para sentir la montaña bajo los pies, respirar hondo y cruzarnos con algún rebeco despistado.
Consejos
- Entradas: Compra online con antelación, sobre todo en verano o festivos. Las franjas horarias son muy útiles para evitar colas.
- Clima: Lleva ropa de abrigo aunque sea verano. El viento arriba puede ser intenso.
Solo por ver esta maravilla ya el día valió la pena, y venir a Cantabria másđ
DIA 3
Estábamos alojados cerca de nuestro comienzo de ruta de hoy. La verdad que despertarse temprano aquí, es algo especial.
SANTILLANA DEL MAR
“Santillana del Mar, el pueblo de las tres mentiras"
Comenzamos diciendo que es considerado el pueblo de las 3 mentiras. "No es santa, ni es llana, ni tiene mar". Pero tiene un encanto a pueblo que no te deja indigente. Con sus casas y calles empedradas. Ese olor a pueblo que lo impregna todo. Es una de las joyas medievales más auténticas de España.
Las casas de piedra con balcones de madera y flores colgantes parecen susurrar secretos de siglos pasados. La Calle de Juan Infante nos dio la bienvenida con sus palacios y escudos nobiliarios, recordándonos la importancia de la villa en tiempos antiguos .
En el centro del pueblo, la imponente Colegiata de Santa Juliana se alza como testigo del románico cántabro. Su claustro, con capiteles tallados, invita al silencio y la contemplación . No es solo una iglesia; es el alma de Santillana.
Para los curiosos, el Museo de la Inquisición ofrece una mirada a uno de los periodos más oscuros de la historia, mientras que el Museo del Barquillero nos sumerge en la tradición y la artesanía local .
Santillana del Mar no necesita mar para enamorar. Su historia, arquitectura y ambiente la convierten en un destino imprescindible en Cantabria.
CUEVAS DE ALTAMIRA
Visitar el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira es una experiencia única para sumergirse en el arte y la vida del Paleolítico. La joya del museo es la Neocueva, una réplica fiel de la cueva original, que permite apreciar las famosas pinturas rupestres sin poner en riesgo el patrimonio original.
Visita de pago.
SUANCES
“Suances, un rincón donde las olas del Cantábrico nos regalan paz y energía”
Apenas llegamos, entendimos por qué Suances es tan popular entre los locales y los viajeros. Las casas se apiñan sobre una colina que mira al Cantábrico. Aparcar fue fácil fuera de temporada, y enseguida nos lanzamos a explorar a pie.
Primera parada: el Mirador de la Cuba de Abajo. Desde allí se ve cómo el mar abraza los acantilados con fuerza. El viento soplaba con ganas, pero nos quedamos allí un buen rato, simplemente mirando. Esas vistas lo mereces, ¿no crees?.
Suances no tiene una sola playa, tiene varias, y cada una parece tener su propia personalidad. La Playa de los Locos, con su nombre tan sugerente, es perfecta para ver surfistas desafiando las olas. Es brava, fotogénica y con un encanto salvaje.
PLAYA TAGLE
Seguimos recorriendo su costa y a tan solo unos minutos en coche desde Suances, descubrimos la Playa de Tagle, también conocida como Playa del Sable. Este pequeño paraíso, de unos 200 metros de longitud, nos recibió con su arena dorada y fina, rodeada de imponentes acantilados que la protegen del bullicio urbano.
PLAYA DE LA HERMITA
Situada frente a la ermita de la Virgen del Rosario, esta playa destaca por su ambiente sereno y su entorno natural. Con una longitud de aproximadamente 240 metros, combina arena fina y formaciones rocosas, ofreciendo un paisaje pintoresco y relajante. A nosotros pareció especialmente bonita.
ACANTILADO DEL BOLAO.
El norte de España tiene playas preciosas, pero sus acantilados son lo mejor.
Este rincón combina belleza natural, historia y un toque de misterio que lo convierte en una parada imprescindible para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
Al llegar, lo primero que nos sorprendió fue la panorámica del acantilado: una pared de roca que se eleva majestuosamente sobre el mar Cantábrico. El contraste entre el verde de los prados y el azul del océano es simplemente espectacular. Es un lugar ideal para sentarse, relajarse y dejarse envolver por la serenidad del entorno.
se puede contemplar la cascada del arroyo de La Presa, que desemboca directamente en el mar. Es una de las pocas cascadas de agua dulce que llega al Cantábrico, lo que la hace aún más especial.
Cerca de la cascada, se encuentran las ruinas de un antiguo molino hidráulico, construido probablemente en la Edad Media. Este molino aprovechaba la fuerza del agua para triturar cereales como el maíz y el trigo.
Uno de los atractivos más curiosos del acantilado es la formación rocosa que, desde ciertos ángulos, recuerda al perfil de un indio americano.¿Te animas a buscarlo?
COMILLAS
“Entre palacios y el Capricho de Gaudí, Comillas nos enamora”
Si hay una palabra que se puede repetir durante esta ruta. Es que este punto es imprescindible, pero Cantabria y en general el norte de España lo es.
Comillas no es solo un destino; es una experiencia que combina historia, arquitectura y naturaleza en un entorno costero único. Este pintoresco pueblo cántabro, declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Comenzamos nuestra visita en el emblemático Capricho de Gaudí, una de las primeras obras del arquitecto catalán fuera de Cataluña. Construido entre 1883 y 1885, este edificio destaca por su diseño original y su colorida cerámica. Es una parada obligatoria para los amantes de la arquitectura y el arte.
A pocos pasos se encuentra el Palacio de Sobrellano, una majestuosa edificación de estilo neogótico construida entre 1881 y 1888. Junto a él, la Capilla-Panteón, también diseñada por Joan Martorell, alberga los mausoleos de la familia del Marqués de Comillas
El casco antiguo de Comillas invita a perderse por sus calles empedradas, donde se encuentran edificios de arquitectura indiana, plazas con encanto y tiendas de artesanía local. La Fuente de los Tres Caños, diseñada por Lluís Domènech i Montaner, es otro de los puntos destacados del pueblo.
SAN VICENTE DE LA BARQUERA
“Entre su puerto, playas y castillo, descubrimos el encanto cántabro”
San Vicente de la Barquera es uno de esos lugares que te atrapan sin previo aviso. Un pueblo marinero con alma medieval.
Al cruzar el Puente de la Maza, una joya de la ingeniería medieval con más de 600 años de historia, nos adentramos en la Puebla Vieja, el corazón de la villa. Calles empedradas, casas de colores y una sensación de haber viajado en el tiempo nos envolvieron.
Visitamos el Castillo del Rey, una fortaleza del siglo XIII que ofrece vistas panorámicas del pueblo y la ría. La Iglesia de Santa María de los Ángeles, con su arquitectura gótica montañesa, nos sorprendió por su belleza y serenidad. Y la Torre del Preboste, que antaño servía como prisión, nos contó historias de antaño.
CABEZA DE TORTUGA
Nuestro día, lo finalizamos aquí. En otro rincón precioso, mirando al mar.
La playa destaca por sus formaciones rocosas y acantilados que emergen del mar, creando un paisaje único. Durante la pleamar, el arenal se reduce a una pequeña cala de unos 40 metros, mientras que en bajamar, el mar se retira dejando al descubierto pequeñas calas laterales que parecen sacadas de un paisaje tropical .
DIA 4
VALLE DEL NANSA
El camino hasta Tudanca ya es un espectáculo: montañas verdes, vacas pastando en laderas imposibles y el río Nansa serpenteando entre bosques de robles y castaños. Aquí no hay ruido, ni tráfico, ni prisa. Fuimos recorrer el valle y parar en dos de sus pueblos.
TUDANCA
Tudanca es un pueblito cántabro pequeñito y tranquilo, rodeado de montañas y mucho verde. No es famoso ni turístico, pero justo por eso mola un montón: se respira calma y autenticidad.
Lo más guay es que allí vivió José María de Cossío, un escritor que tenía una biblioteca gigante y al que visitaban figuras como Unamuno. La casa-museo está súper bien conservada y te hace sentir que viajas al pasado.
Además, tienes rutas para caminar, naturaleza a tope y quesos buenísimos que hacen los locales. A nosotros nos encantó.
CARMONA
En nuestra ruta por Cantabria hicimos una parada en Carmona, un pueblo pequeño y auténtico que nos conquistó con su tranquilidad y encanto. Paseamos por sus calles de piedra y disfrutamos de unas vistas increíbles de verdes prados y montañas.
Lo mejor fue el ambiente relajado y los productos locales: quesos y embutidos con sabor de verdad, hechos con tradición. Carmona es ese tipo de lugar que sorprende y te invita a desconectar.
Si pasáis por la zona, no dejéis de visitarlo.
un pueblito con mucho encanto y donde la auténtica reina es la vaca de Tudanca. Sí, esas vacas tan características, con su pelaje oscuro y su mirada tranquila, que pastan a sus anchas por los verdes prados de la zona.
DIA 5
COSTA ESTE
Comenzamos el día en este bonito mirador.
COSTA QUEBRADA
Este tramo de costa cántabra es famoso por sus acantilados espectaculares, playas salvajes y formaciones rocosas que parecen sacadas de otro planeta.
Nos encantó descubrir playas vírgenes donde la naturaleza manda y apenas hay gente. Un lugar ideal para quienes buscan calma, aire fresco y un poco de aventura al aire libre.
Además, la Costa Quebrada es perfecta para hacer fotos que parecen postales y para respirar ese aire puro que solo el mar puede ofrecer.
Si estáis por Cantabria, no dejéis pasar la oportunidad de visitar este rincón salvaje y espectacular.
FARO DE AJO
Situado en el cabo de Ajo, en el municipio de Bareyo, Cantabria, este faro se erige sobre un acantilado de 63 metros de altura,donde el mar se rompe contra las rocas y el viento lleva consigo ese aroma a salitre que te hace sentir vivo.
Aunque su construcción se proyectó en 1907, no fue hasta 1930 cuando se inauguró el faro original. En 1985, se construyó una nueva torre de hormigón a escasos 50 metros de la anterior, con una altura de 16 metros y una luz situada a 71 metros sobre el nivel del mar, alcanzando un alcance de 17 millas náuticas.
En agosto de 2020, el artista cántabro Okuda San Miguel intervino el faro con su obra titulada “Infinite Cantabria”, utilizando 72 colores en un estilo geométrico y surrealista. Esta intervención, aunque inicialmente prevista como temporal, ha sido tan exitosa que el Ayuntamiento de Bareyo ha iniciado trámites para restaurar y mantener el diseño original debido al desgaste natural .
SANTOÑA
“Santoña, donde el mar nos regala las mejores anchoas”
Nuestra parada en Santoña fue toda una experiencia para los sentidos
Paseamos por su puerto, donde los barcos de pesca salen cada día y traen la materia prima para uno de sus grandes tesoros gastronómicos: las anchoas. Probamos estas famosas anchoas de Santoña, con ese sabor único y textura perfecta, que son una delicia para el paladar y un emblema local.
Tambien cogimos un barquito para cruzar la ría, y luego visitar el faro de caballo.
Este faro, escondido entre acantilados en la costa de Santoña, es uno de los rincones más espectaculares (y fotogénicos) de Cantabria.
Pero lo más famoso son los más de 700 escalones que hay que bajar (¡y luego subir!) para llegar al faro.
el faro está incrustado en la roca, frente al mar Cantábrico, y las aguas son de un azul que parece Caribeño . Hay quien se atreve a saltar al agua desde las rocas o se acerca en kayak. Nosotros preferimos la comodidad del paseo marítimo. đđ
DIA 6
SANTANDER
“Entre su bahía y la Península de la Magdalena, descubrimos Santander”
Nuestra visita a Santander nos dejó con una sonrisa y muchas ganas de volver. Esta ciudad tiene ese equilibrio perfecto entre elegancia, ambiente relajado y vistas de postal. Es de esos sitios donde apetece pasear sin rumbo, sabiendo que siempre vas a encontrar algo bonito.
PLAYAS
Si algo tiene Santander que nos robó el corazón, son sus playas. Y no hablamos de una o dos, no. En pleno casco urbano, Santander se desmelena con una sucesión de playas de arena dorada, miradores sobre acantilados y caminos costeros que huelen a salitre y brisa fresca.
El Sardinero. En realidad, son dos playas unidas por una curva de arena y mar que parecen haber sido dibujadas con tiralíneas. Aquí se respira tradición, familias que vuelven cada verano, señoras con pamela leyendo el periódico en la arena y surfistas en la orilla cazando la ola perfecta. El paseo marítimo es una delicia: bancos de piedra, jardines bien cuidados y el Gran Casino al fondo, que vigila como un centinela elegante.
Nos llevamos la sensación de que aquí el mar no es solo un fondo bonito para la foto: es protagonista. Se pasea, se escucha, se respeta. Las playas de Santander no son solo para bañarse, son para vivirlas a cualquier hora del día, en marea alta o baja, con sol o con niebla
MONUMENTO A NEPTUNO
Este pequeño pero curioso monumento se encuentra en una roca frente a la Primera Playa del Sardinero, justo en un saliente que queda cubierto con la marea alta. A veces lo ves entero, erguido con su tridente, y otras apenas asoma la cabeza entre las olas. Eso le da un aire aún más mágico: aparece y desaparece con la marea, como si fuera parte del propio mar.
Lo más divertido es que no hay un cartel ni una gran placa explicativa. Está ahí, casi escondido, como si fuera un secreto a voces entre locales y paseantes atentos. Hay que mirar hacia las rocas entre la arena y el agua para encontrarlo. ¿Estás dispuesto a buscarlo?
ISLA DE LA MAGDALENA Y PALACIO
Aunque todo el mundo la llama “Isla de la Magdalena”, en realidad es una península conectada a tierra firme por un istmo, justo al lado del centro de Santander. Pero más allá de su nombre, este lugar es uno de los rincones más especiales de la ciudad, y probablemente uno de los paseos más bonitos que puedes hacer si visitas la capital cántabra.
En lo alto de la península se alza el Palacio de la Magdalena, un edificio imponente que parece sacado de una película británica. Este fue el lugar de veraneo de la familia real a principios del siglo XX. Hoy puedes recorrer sus exteriores, disfrutar del parque que lo rodea y, si tienes suerte, incluso visitarlo por dentro.
puedes subirte al famoso “Magdaleno”, un trenecito turístico que recorre la zona con explicación incluida
Una mezcla de historia, naturaleza y aire libre. Es uno de esos lugares que se disfrutan sin prisas, con calzado cómodo y cámara en mano. Un rincón que te hace entender por qué Santander tiene ese aire aristocrático pero a la vez natural, cercano, y lleno de mar.
LOS RAQUEROS
Son cuatro figuras de bronce, colocadas a ras de suelo, mirando al agua o lanzándose de cabeza al mar.
A finales del siglo XIX y principios del XX, los “raqueros” eran niños pobres —algunos huérfanos, otros simplemente buscavidas— que solían frecuentar el muelle de Santander. Sobrevivían lanzándose al agua para recoger monedas que los viajeros o marineros les tiraban desde los barcos. Algunos incluso se dedicaban a recoger objetos que caían al mar o a hacer pequeños trabajos portuarios a cambio de unas pocas pesetas.
CENTRO BOTÍN
Un poco más adelante, nos encontramos este curioso edificio.
El Centro Botín es de esos. Blanco, futurista, brillante, con una forma que recuerda a un pez o una nave espacial, este centro de arte contemporáneo se alza sobre el mar como si estuviera a punto de zarpar. Y sí: llama la atención. Mucho. Pero también invita a acercarse, a entrar y a mirar desde otro punto de vista.
Es un centro de arte y cultura, impulsado por la Fundación Botín y diseñado por el arquitecto Renzo Piano, el mismo que creó el Centro Pompidou de París. Abrió sus puertas en 2017 y desde entonces se ha convertido en uno de los lugares más visitados y fotografiados de Santander.
Está situado sobre el mar, literalmente. El edificio no toca tierra firme: se sostiene sobre columnas y se eleva por encima del agua, dejando libre el paso por debajo. Esa decisión no fue casual: la idea era no interrumpir la vista ni el paseo marítimo, y al mismo tiempo, convertir el centro en una especie de “puente” entre la ciudad y la bahía.
CATEDRAL
Desde fuera, puede que incluso pases por delante sin darte cuenta de que estás ante la catedral. Situada en pleno centro, entre calles comerciales y edificios modernos, su aspecto sobrio y compacto no llama la atención de inmediato. Pero eso cambia en cuanto entras.
La Catedral de Santander se compone en realidad de dos iglesias superpuestas
PLAZA PORTICADA
Nuestra última visita por la ciudad fue esta bonita plaza.
La Plaza Porticada fue construida después del gran incendio de 1941, que arrasó buena parte del centro histórico de Santander. Fue un desastre enorme: más de 400 edificios desaparecieron en cuestión de horas, y la ciudad se vio obligada a reinventarse.
En plena posguerra, y con un estilo claramente neoclásico, se levantó esta plaza como símbolo de esa nueva Santander que se reconstruía mirando al futuro, pero sin olvidar sus raíces. Por eso, si te fijas, tiene un aire sobrio y elegante, con sus arcos porticados, fachadas de piedra y cierto aire a plaza mayor castellana… pero con el mar muy cerca.
DIA 7
Hoy el día lo pasaremos en este parque, puedes hacer un picnic para comer, o comer en alguno de los restaurantes que hay en su interior. Leva calzado cómodo y el coche con gasolina, el día es largo.
PARQUE DE CABÁRCENO
“Cabárceno, un parque donde la naturaleza y los animales se muestran en libertad”
Cabárceno es un antiguo parque minero convertido en un espacio natural de más de 750 hectáreas donde animales de todo el mundo viven en semilibertad. Aquí no hay jaulas pequeñas ni barrotes. Más bien, grandes recintos que imitan el hábitat natural de especies que, de otro modo, estarían en peligro o lejos de su tierra.
puedes ver desde Animales exóticos y autóctonos: elefantes, jirafas, osos pardos, rinocerontes, lobos, tigres… y hasta buitres volando libres.
Un recorrido en coche o en telecabina: Puedes recorrer el parque en tu coche, con muchas zonas para parar y observar, o disfrutar de una vista aérea espectacular en telecabina.
El parque es enorme. Asi que ponte calzado cómodo.
Visita previo pago y mejor con antelación.
DIA 8
Comienza el día, y estos dos días que nos quedan los dedicaremos a conocer el interior de Cantabria. Lleva la cámara cargada y baterías, te vas a hinchar a hacer fotos. Nos vamos a LOS MONTES PASIEGOS.
LIÉRGANES
“Un rincón donde río, tradición y leyendas se encuentran”
El casco antiguo de Liérganes, conocido como El Mercadillo, es un conjunto histórico-artístico que te transporta directamente a los siglos XVII y XVIII. Sus calles empedradas están flanqueadas por casonas montañesas, muchas de ellas con balcones de madera adornados con flores. Entre los edificios más emblemáticos se encuentran la Casa de los Cañones, el Palacio de Cuesta Mercadillo y la Casa de Rañada Portilla .
Uno de los símbolos de Liérganes es el Puente Mayor, también conocido como “Puente Romano”, aunque su construcción data entre 1587 y 1606. Este puente de piedra cruza el río Miera y ofrece unas vistas impresionantes, especialmente con los picos Marimón y Cotillamón, popularmente llamados “Las Tetas de Liérganes”, como telón de fondo .
Bajo este puente se encuentra la estatua del Hombre Pez, una figura legendaria de la mitología cántabra. Según la leyenda, Francisco de la Vega, un joven local, desapareció en el río y fue encontrado años después en Cádiz, convertido en una criatura marina que solo pronunciaba la palabra “Liérganes” .
MONTES PASIEGOS
“Entre valles y cabañas, descubrimos la esencia de los Pasiegos”
Según vas adentrándote en Cantabria, te das cuenta que todo el mundo te habla de su costa. Pero su tesoro está en estos valles interiores, los montes pasiegos, son toda una maravilla de la naturaleza, donde se siente realmente la paz.
Es el corazón cultural de los pasiegos, un pueblo con identidad propia que ha sabido resistir el paso del tiempo y mantener sus costumbres. Los pasiegos son conocidos por sus tradiciones ganaderas, sus cabañas de piedra en las laderas y su vida sencilla ligada al campo. Aquí no hay postureo: hay autenticidad, vacas pastando tranquilamente y vecinos que aún te saludan al pasar.
Las “cabañas pasiegas” (esas construcciones de piedra con tejado a dos aguas) están repartidas por los prados como si alguien las hubiese colocado a mano para que quedaran bien en la foto. Algunas aún se usan como refugio para el ganado, otras se han convertido en casas rurales. Todo rodeado de un manto verde que parece no acabar nunca.PRECIOSO đđ
CASCADA ARROYO ENVERAO
Ya saliendo de los montes, una cascada nos sorprende. Bonita hasta con poca agua.
MIRADOR VEGA DEL PAS
Otro punto con una de las mejores vistas de estos montes.
MIRADOR DE LA BRAGUIA
Este mirador está a unos 850 metros de altitud, y desde allí se abre un paisaje que parece sacado de una postal: los Valles Pasiegos en todo su esplendor, con montañas suaves, verdes infinitos, cabañas desperdigadas y un silencio que solo se rompe con el canto de algún pájaro o el viento entre los árboles.
Es un sitio perfecto para llevarte unos bocatas, tumbarte en la hierba y desconectar. No hay bar ni chiringuito, pero con estas vistas, ¿quién necesita más?
Así que si estás recorriendo Cantabria y te apetece un respiro con vistas, apunta en tu lista: Mirador de la Braguía.
ya se acaba el día y nos despedimos de los montes pasiegos, sin por poder para de decir que son una maravilla. Para nosotros a sido un verdadero placer conocerlos, a pesar de su carretera serpenteante.
DIA 9
Último día por tierras cántabras. Asi que de camino a nuestra ubicación habitual fuimos visitando pueblos con mucho encanto.
CARTES
El corazón de Cartes es su Camino Real, una calle empedrada flanqueada por casonas blasonadas de los siglos XV al XVIII. Este conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985 por su valor patrimonial .
Un pueblo con un encanto especial, donde para sentarte lo harás sobre un libro, ese que se escribirá en tu memoria.
RIOCORVO
Riocorvo es una pequeña joya escondida en el corazón de Cantabria, una aldea que parece detenida en el tiempo, ideal para quienes buscan autenticidad, historia y tranquilidad.
Riocorvo se estructura en torno al antiguo Camino Real, la vía que conectaba la Meseta con la costa cántabra a través de Reinosa. Sus casas, construidas principalmente en el lado noroeste del camino, están orientadas hacia el mediodía para aprovechar mejor la luz solar. Muchas de estas edificaciones son de piedra y están blasonadas, destacando la arquitectura montañesa típica de la región.
El casco urbano de Riocorvo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1981 por su conjunto histórico.
IGLESIA DE SAN JORGE
Conocida popularmente como el Partenón cántabro, esta iglesia destaca por su imponente estructura que recuerda a los templos griegos.
Construida en 1890 por deseo de los duques de Santo Mauro, la iglesia se erigió sobre las ruinas de una antigua ermita medieval. Su diseño, de estilo neoclásico, presenta una fachada con seis columnas corintias y un perímetro rodeado de columnas, características que le han valido el sobrenombre de Partenón cántabro. Este estilo arquitectónico es raro en Cantabria, lo que hace que la iglesia sea aún más especial .
La iglesia se encuentra a escasos metros del Palacio de los Hornillos, una majestuosa residencia de estilo Tudor británico que sirvió como escenario para la película Los Otros (2001), protagonizada por Nicole Kidman. Este entorno ha capturado la atención de visitantes y cineastas por igual, convirtiendo a Las Fraguas en un lugar de interés tanto histórico como cinematográfico .
PALACIO DE LOS HORNILLOS
Qué buena aventura nos hemos marcado por Cantabria! Desde los paisajes de vértigo del Mirador de la Gándara hasta los paseos empedrados por Liérganes y Cartes, pasando por joyas escondidas como Riocorvo o ese sorprendente “Partenón cántabro” en Las Fraguas… ¡Cantabria nos ha regalado historia, naturaleza y leyenda en cada rincón! Ya se lleva en el â€ïž. Y vosotros ¿Os animáis a conocerla ?