LLEIDA
“En Lleida nos maravillamos con la Seu Vella, un icono que domina la ciudad y nos transporta a siglos de historia.”
Lleida, para nosotros era esa ciudad por la que pasamos mil veces, pero nunca parábamos. Un día decidimos que por qué no. Y salimos de excursión para conocerla un poquito aunque fuera, para poder contarlo. Y allí que nos fuimos.
LA SEU VELLA
En Lleida, lo que más nos impresionó fue la Seu Vella, majestuosa sobre la colina, visible desde cualquier punto de la ciudad. Subir hasta allí fue como viajar atrás en el tiempo: murallas, un claustro inmenso y una torre campanario que invita a mirar el mundo desde las alturas.
Recorrer su interior nos dejó sin palabras. Las naves amplias, la piedra dorada y la luz filtrándose por los ventanales crean una atmósfera única. El claustro, uno de los más grandes de Europa, nos sorprendió con sus arcos abiertos que enmarcan unas vistas espectaculares de la ciudad y del río.
Más que un monumento, la Seu Vella es un símbolo. Estar allí arriba, sintiendo el viento y contemplando el paisaje, nos recordó por qué algunos lugares no solo se visitan, sino que se viven.
Desde allí, las vistas son impresionantes, desde la ciudad al completo, hasta en días despejados la silueta de los Pirineos. Que son el plato fuerte de la provincia.
Después de pasar el día por las alturas. Simplemente nos dimos una vuelta por los alrededores del Río y la zona del ayuntamiento. Para volver a casa, con la sensación de que Lleida también existe para nosotros desde ahora. 😜
Pero la provincia de Lleida, es muchísimo más que su capital. Gooooooo!!!!!