PUEBLOS CASTELLÓN

"Los pueblos de Castellón nos conquistan con su encanto mediterráneo y su historia viva.”

 


PEÑÍSCOLA 

“Peñíscola, ciudad amurallada sobre el mar, donde castillo y playa crean un paisaje único y memorable.”

Llegar a Peñíscola fue como entrar en un escenario de película. Desde lejos ya veíamos el imponente castillo del Papa Luna vigilando el mar, y cuanto más nos acercábamos, más ganas teníamos de perdernos por sus callejuelas blancas.

Nos encantó caminar por el casco antiguo, con sus calles estrechas llenas de tiendas de artesanía y rincones con buganvillas que parecían sacados de una postal. Subir hasta el castillo fue todo un acierto: las vistas desde arriba son espectaculares, con el Mediterráneo extendiéndose a un lado y el pueblo a nuestros pies.

Después de tanta subida, nos dejamos llevar por el ambiente del puerto y la playa. Pasear junto al mar y ver cómo la arena dorada se funde con las murallas fue uno de esos momentos que se nos quedan grabados. Y, por supuesto, no faltó la parada para probar un buen arroz junto al mar, porque Peñíscola también se saborea.

En resumen, nos pareció un lugar con un encanto único, mezcla de historia, mar y buena vida mediterránea. De esos sitios que te atrapan y a los que sabes que vas a querer volver.

CASTILLO DEL PAPÁ LUNA

Fue lo que más nos impresionó. Esta fortaleza templaria, que después habitó el Papa Benedicto XIII, domina todo el pueblo. Recorrer sus murallas y salones nos transportó a otra época, y las vistas al mar desde arriba son sencillamente espectaculares.

 

CASCO ANTIGÜO

Nos encantó perdernos por sus calles estrechas, con casas encaladas, balcones llenos de flores y rincones con mucho encanto. Es el lugar perfecto para descubrir tiendas de artesanía y tomar algo en pequeñas terrazas.

 

CASA DE LAS CONCHAS 

Mientras recorríamos las callejuelas del casco antiguo nos topamos con una fachada muy especial: la Casa de las Conchas. Como su nombre indica, está completamente decorada con conchas marinas, lo que la convierte en una de las casas más fotografiadas del pueblo.

Lo que más nos gustó fue el contraste entre el blanco de las paredes y el brillo de las conchas que las cubren, creando un efecto muy original. No es un monumento para visitar por dentro, pero sí un lugar perfecto para detenernos, admirarlo y llevarnos una foto curiosa de recuerdo.

 

FARO

Al seguir subiendo las calles del casco antiguo, llegamos hasta el Faro, situado muy cerca del castillo del Papa Luna. Es un edificio blanco con una cúpula metálica que lleva guiando a los barcos desde 1899.

Lo que más nos gustó fue su ubicación: desde allí las vistas al mar son preciosas, con el Mediterráneo extendiéndose hasta donde alcanza la vista. Aunque no se puede visitar por dentro, merece mucho la pena acercarse para disfrutar del entorno y de la tranquilidad que se respira.

IGLESIA DE STA MARÍA

Una pequeña joya en el corazón del casco antiguo. Nos gustó entrar y descubrir su interior sencillo, que contrasta con la monumentalidad del castillo.

 

BUFADOR

Un rincón curioso: una grieta en las rocas donde, cuando el mar está bravo, el agua y el aire salen disparados con un fuerte estruendo. ¡Nos sorprendió mucho!

 

PLAYAS

Después de tanto caminar, nada como relajarnos en la Playa Norte, enorme y con vistas al castillo. También nos acercamos a la Playa Sur, más pequeña y acogedora, donde vimos a los pescadores llegar al puerto.

 

CHIRINGUITO DE PEPE

Durante nuestro paseo por la Playa Norte nos acercamos al famoso Chiringuito de Pepe, ese que salió en la serie de televisión y que hoy en día sigue atrayendo a curiosos y viajeros.

Nos hizo gracia reconocer el local y el ambiente marinero que todavía conserva. Es un chiringuito auténtico, de los de siempre, donde se puede tomar una cerveza fresquita con vistas al mar o picar unas tapas mientras disfrutas de la brisa mediterránea.

Más allá de la televisión, nos pareció un sitio con mucho encanto para hacer una parada, relajarnos y sentir ese ambiente costero tan propio de Peñíscola.


OROPESA

“Oropesa y Marina d’Or, donde playas, ocio y modernidad se encuentran junto al Mediterráneo.”

nuestra visita pasó por ser a Marina d'Or. Dejando para otra ocasión la visita del pueblo. 

Para ser sinceros, no es que nos pareciera un lugar muy cuidado, al menos cuando fuimos allá por el 2020

Si que es verdad que tiene unos jardines espaciosos, el balneario y muchos bloques de pisos. Pero siento decir que no es un lugar que recomendemos. 

Aún así os dejamos una foto del lugar. 


MORELLA

 “Morella, ciudad amurallada en lo alto de la montaña, donde cada calle empedrada cuenta siglos de historia.”

Llegar a Morella fue como entrar en un cuento medieval. Desde la distancia ya nos impresionó su imponente muralla que rodea el casco histórico y, en lo más alto, el castillo que domina toda la comarca. Conforme nos fuimos acercando, entendimos por qué está considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

Pasear por sus calles empedradas, rodeadas de casas de piedra con soportales, fue como viajar en el tiempo. Cada rincón nos regalaba vistas a la muralla o al paisaje montañoso que rodea el pueblo. Además, el ambiente tranquilo y auténtico nos permitió disfrutarlo con calma, saboreando cada detalle.

Morella nos pareció un destino lleno de historia, tradición y naturaleza, perfecto para combinar cultura con buena gastronomía.


VALL D'UXÓ

“Las cuevas de Vall d’Uixó, un mundo subterráneo de estalactitas y estalagmitas que revela la magia de la geología.”

Lo que más nos sorprendió de Vall d’Uixó fueron sus cuevas, especialmente las Cuevas de Sant Josep, un verdadero espectáculo natural. Recorrerlas fue como entrar en un mundo subterráneo: estalactitas, estalagmitas y formaciones de piedra que parecen esculturas creadas por la naturaleza.

Lo más increíble fue navegar por el río subterráneo, algo que no habíamos hecho nunca antes. La sensación de tranquilidad y misterio mientras avanzábamos por el agua nos hizo sentir como exploradores en un lugar secreto.

Además, las cuevas cuentan con un recorrido bien señalizado y accesible, lo que nos permitió disfrutar de la visita sin preocuparnos por perdernos ningún detalle. Sin duda, fue uno de los momentos más memorables de nuestro viaje por la zona.

Sabemos que aquí no acaba nuestro recorrido por Castellón, estamos seguros que volveremos, y os lo contaremos. 😜